Juana de Arco está nuevamente entre paredes británicas, esta vez no en un calabozo, sino en una galería de arte.
Bueno, ella no fue prisionera y quemada en Inglaterra sino en Rouen, una ciudad francesa gobernada por ingleses. Ahora ella está en un instituto cultural, en una ciudad de Argentina y la “estaca” no aparece en su horóscopo.
La Pucelle (la muchacha) siempre ha fascinado a Clelia Speroni y su admiración se volvió visible en un grupo de sorprendentes retratos relacionados con su existencia y hazañas.
La vida y tiempo épicos de esta heroica doncella no pudo haber tenido un mejor traductor de la historia al lienzo que Speroni.
Es una colorista innata y tiene un estilo de capa y espada equivalente a las viejas películas d aventura de Franz Waxman o Milos Rosza. Esto también puede sentirse en los retratos expresivos de Juana y sus contemporáneos como Charles VII, Agnes Sorel, La Hire, Maria de Anjou, Cauchon. La destreza de Speroni se corresponde con su habilidad con la línea, ya que también es una dibujante maravillosa. La muestra expone sujetos menos elevados, como los animales de la granja de Juana, hermosamente dibujados: chancho, caballo, buey, recreados tiernamente.
La artista presume una técnica admirable de acrílico y pastel, la cual combina a veces. El estilo de Speroni es algo inusual para el presente ya que esta imperturbable pasión por un sujeto no es común y , más frecuentemente, esta estética franca, clara, simple es mirada de mala manera por el público “cool” quien busca lo encriptado y evita lo claro.
Déjese llevar y escuche la música visual de esta artista.
Herald, 16 de agosto de 2009